Tan subjetiva que nos cuesta trabajo aceptar que nadie compartirá tu mismo punto de vista.
Este tema es incómodo y causará reacciones en cada uno de ustedes que están por leerlo, pero esa es toda la intención detrás de hacerlo.
Hace unos días, me encontraba contestando los mensajes (y comentarios) que me hacen llegar distintas personas. Me importa poder contestar a todos, tengo la idea de que un mensaje puede incluso cambiar el pensamiento de un momento específico y realmente no toma demasiado tiempo para hacerlo. Gracias a todos los que dedican unos minutos de su vida para escribir buscando alentar y apoyar a su pingüino.
Volviendo al tema, dentro de esos escritos me llamó la atención un par de frases que dieron partida a querer hacer este escrito:
“¿Cómo le das los títulos de “¿Leyenda”, “Ícono” e “Infravalorado”?”
“Lo que te gusta a ti, no es lo que les gusta a todos”.
Es cierto que recibir ese tipo de comentarios dejan pensando a su servidor, debido a que resulta complicado dar a entender, sin que suene grosero, el propósito principal de la página:
Demostrar la subjetividad que existe en la música.
Así como cada uno de ustedes, también tengo gustos musicales en específico los cuales defenderé a capa y espada debido a que los considero como mis favoritos, sin embargo, no significa que sean superiores sobre el resto ya que, hago énfasis aquí, no existen los “mejores” cuando de gustos generalizados hablamos.
¿A qué me refiero con esto y qué tiene que ver con lo que me escribieron? Estoy consciente que habrá personas las cuales les resulte indiferente el título que les ponga a los artistas y bandas dentro de los análisis particulares, sin embargo, hay otro grupo que, en efecto, les genera cierto ruido cuando lo hago. Y este escrito es para ellos:
Respondiendo a la primera pregunta, los títulos de “Leyenda”, “Ícono” e “Infravalorado”, es mera percepción de su servidor ante la previa investigación para determinar de quién escribiré durante días.
Para los “Infravalorados” va directamente relacionado con la autenticidad del artista, el cómo maneja el concepto general de su trabajo, el impacto que ha generado en sus seguidores (quienes en plataformas de streaming no suelen formar parte de los Tops 50 ) y, lo más importante, exponer el porqué vale la pena revisarlo.
Si te gusta o no, es totalmente aceptable, el propósito es querer decir:
“¡Hey!, este artista es distinto”.
Para los “Íconos” es un poco más complejo debido a que aquí se encuentran concentrados la mayoría de los artistas y bandas que mayor ruido generan en la actualidad y, cómo lo estás pensando, la subjetividad hay que manejarla con cuidado.
En esta sección no va a estar el artista que surgió y en cinco años consiguieron generar ventas. Recuerdo que cuando inicié, una persona me preguntó si Billie Eilish estaría aquí (debido a la reflexión que realicé sobre ella, si te interesa leerla, da clic aquí) a lo que respondí:
“Me gustaría, pero todavía tiene que demostrar más”.
Los puntos que tomo en cuenta van directamente relacionados a la huella que dejaron en la música y cómo impactó en su historia debido a diversas acciones que han realizado a lo largo de sus carreras.
Aquí no importan la cantidad de seguidores que tengan y mucho menos si sea del agrado particular de cada quién, aquí lo que importa es su aporte a la música.
Para las “Leyendas” es, definitivamente, el más complejo debido a su similitud con “Íconos” pero, créanme, una vez que se entienda la diferencia será fácil comprenderlo. Antes que nada, tengo que dejar claro que no es necesario estar muerto para ser leyenda en la música, personalmente, me resulta una condición un tanto absurda.
¿Para qué esperar hasta la muerte para dar dicho título? Reconozcamos en vida la calidad del artista, no les servirá de nada recibirlo cuando ya no estén con nosotros.
Teniendo aclarado eso, para determinar a una leyenda utilicé una analogía del cine que comencé a realizar después de los Oscars 2019 donde Black Panther ganó tres premios y fue incluso nominada a otros tres más, entre ellos, Mejor Película:
“Quizá no sea la mejor película de Marvel, pero ha sido la única que trascendió más allá del cine y los cómics, inspirando a toda una cultura”.
Las leyendas de la música trascienden de, valga la redundancia, la misma música. Para estar aquí no es necesario tener millones de seguidores, de hecho, nos sorprenderá siempre ver que sus números no suelen reflejar su impacto, lo que aquí se necesita es darnos cuenta del impacto en la cultura popular que ha generado su presencia para poder complicarnos ante la respuesta de:
¿Qué habría pasado si no hubieran existido?
Conclusión.
Me resulta sumamente interesante el proceso detrás de etiquetar los gustos personales, ya que así podemos entender el impacto que generó cada artista o banda en la vida de cada uno de nosotros.
Es cierto que jamás se podrá ser objetivo cuando alguien hable sobre tus gustos u opiniones con respecto a la música, pero su pingüino lo sabe, por lo que invito a cada uno de ustedes a darse la oportunidad de conocer cada uno de los artistas y bandas de las cuales estaré escribiendo para, posteriormente, crear una percepción propia sobre cada uno de ellos.
No trato de imponer mi postura, trato de que cada uno la genere después de conocer.
(Y respondiendo a la segunda persona, bueno, a nadie nos gusta exactamente lo mismo, recuerda: subjetividad 😉)
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