Pero, por favor, ten mucho cuidado ya que es un arma de doble filo.
Antes de comenzar esta reflexión, quiero hacer una breve introducción sobre la importancia de atender la depresión. Hemos visto últimamente que este tema ha tomado una mayor fuerza en la sociedad y cada vez es más habitual conocer personas dispuestas a poder ayudar a sobrellevar este trastorno. Afortunadamente, estamos en una época donde se ha podido platicar y comprender la importancia de la salud mental, pero esto no significa que los casos con respecto a la depresión hayan disminuido, por lo que todavía queda un largo camino en el cual debemos seguir trabajando. Así que, amigo lector, si tu vives con depresión puedes contar con tu amigo pingüino para apoyarte dentro de lo posible y si no vives con ella, pero conoces a alguien depresivo, ofrece tu ayuda: una frase o unos minutos de tu tiempo pueden salvar la vida de esa persona.
¿En algún momento te has preguntado por qué muchos artistas llegan a componer sus mejores trabajos bajo una clara depresión?
Tengo que admitir que el primer borrador que realicé, (teniendo en mente las primeras ideas de lo que sería en un futuro este sitio) tenía que ver con este tema, pero opté por guardarlo para desarrollarlo con tiempo ya que sabía que posiblemente podría tratarse de un tópico más extenso.
En lo personal, siempre me ha llamado la atención que las canciones más exitosas de la gran mayoría de los artistas aluden a la tristeza, ya sea provocada por la pérdida de una persona, de un amor pasado, una amistad o simplemente que el compositor se encuentra en un momento de percepción negativa sobre sus actos y ahora tiene que afrontar las consecuencias. La tristeza se deriva de muchos factores los cuales no podemos evitar sentir ya que la mente es compleja de comprender.
Sin embargo, dicho sentimiento es solo la punta del iceberg de una delicada situación conocida como depresión.
Nos sorprendería saber que una gran cantidad de canciones que se posicionaron como grandes clásicos de la música, han salido bajo episodios sumamente depresivos reales. La lista de ejemplos es extensa, pero esto no debería sorprendernos si nos detenemos, por un momento, a informarnos, ya que de acuerdo con la OMS alrededor de 300 millones de personas sufren de esta enfermedad (si te interesa tal artículo, da clic aquí).
Eso quiere decir que de 100 personas que conozcamos, 3.84 de ellas están pasando por tal situación.
Pero bueno, regresemos al tópico de este escrito:
La depresión es uno de los principales estimulantes para la creatividad musical. Lo sé, suena tenebroso, pero es una realidad.
Es sumamente complicado encontrar algún aspecto positivo a tal situación, pero a lo largo de la historia de la música hemos visto un gran número de artistas que han optado por canalizar sus pensamientos al escribir e, inclusive, muchos no componen hasta no encontrarse en tal momento.
¿Por qué? La respuesta es simple: catarsis.
Si nunca has escuchado el término, no te preocupes, te lo explico brevemente: es el proceso de liberación de las emociones negativas.
Por miles de años ha sido motivo de estudio este comportamiento, no es broma, desde la época de la Antigua Grecia se ha tratado de comprender el porqué tendemos a guardar todos los sentimientos negativos para eventualmente explotar, pero la realidad es que todavía no existe una explicación que no haya pasado de considerarse solamente como “teoría”.
Sin lugar a duda, componer bajo una catarsis es jugar con fuego. El riesgo es enorme ya que pone en riesgo nuestra estabilidad emocional durante todo el proceso de composición e inclusive posterior a este. Canalizar sentimientos en una melodía ha sido uno de los procesos más humanos y sinceros que existen.
Ahora, permíteme contarte una triste realidad: realizar este tipo de canciones no garantizan que quien las componga pueda salir de esta enfermedad.
Lo más complicado a la hora de escribir una canción que busque reflejar nuestro sentir, es que en muchos momentos no sabemos que tan profundamente estamos permitiendo que esto nos afecte, ya que es normal querer desahogar hasta el punto de poder eventualmente consolar, pero lo que no consideramos es que esa gran obra maestra auditiva siempre te hará recordar el motivo por el cual la compusiste, ya que, como se suele decir:
“Se perdona, pero jamás se olvida”
Y si me dices: “Mi canción no busca el perdón de ninguna persona”, amigo, no necesariamente tienes que pedirle perdón a otra persona, en la gran mayoría de los casos uno solamente busca pedir perdón a uno mismo tratando de comprender el porque te estás permitiendo sentir mal.
Conclusión.
Quiero dejar claro que no hay nada de malo con sentirse mal, es parte de lo que nos hace humanos, una depresión focalizada puede resultar ser una de las herramientas más fructíferas a la hora de crear música, sin embargo, el riesgo que conlleva es realmente alto, así que, por favor, manéjalo con cuidado.
Es una situación vulnerable donde las probabilidades para salir están en nuestra contra, lo cual implica un arduo compromiso personal al identificarla como un estado momentáneo donde, una vez concluida la obra, te permitirás ayudarte.
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